Los Housing States en Ghana

Artículo escrito en el trabajo “Buenas prácticas arquitectónicas. Análisis de tipos de construcción adaptables al África Subsahariana”.
“Accra itself is a construction site”. Está afirmación categórica se conforma como una conversación recurrente entre los visitantes a la capital ghanesa. La capital de Ghana se encuentra en pleno crecimiento urbano, es difícil encontrarse en un lugar de la ciudad en que no se vea un edificio en plena construcción o a medio construir. El trasiego de materiales de un lado de la ciudad a otro es continuo. Las avenidas de acceso a la ciudad se encuentran ocupadas por vendedores de barras de acero, aplacados de piedra de la montaña, productores de bloques de hormigón, aserraderos donde procesar la madera o cerrajeros que producen verjas y vallas. Las empresas siempre son de escala familiar, no hay grandes polígonos donde se reúnan oficios y vendedores equivalentes. Así mismo, las grandes arterias son atascadas por camiones transportando contenedores o vigas de hormigón pretensado. Los particulares, sin embargo, recurren a camionetas destartaladas para transportar bloques de hormigón, sacos de cemento y acero corrugado o incluso disponen del transporte público, los minibuses denominados trotros, para desplazar equipos electrónicos o de climatización. Tanto las grandes infraestructuras como la autoconstrucción están a la orden del día.
La positiva situación económica que vive el país se traduce en migraciones de población del campo a la ciudad, de nuevos habitantes que se instalan en los slums de la periferia atraídos por las oportunidades que ofrece la ciudad. Allí despliegan sus puestos de mandiocas, boniatos, mangos, aguacates y bananas o se dedican a la compraventa de todo tipo de artículos, mayoritariamente de plástico y originarios de China. Esto implica que el centro de la ciudad se encuentra colapsado con un interminable mercado con puestos instalados en cualquier lugar de la calle, incluso dentro de las canalizaciones de agua al aire libre, cuando se encuentran secas esperando a la temporada de lluvias.
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En la capital conviven multitud de orígenes tribales de todos los lugares del país. Los Ewé son trabajadores manuales, los Fante son educadores, los Asante son hombres de negocios, los pobladores del norte son cazadores y agricultores, los Ga Dangme venden terrenos. Estos extendidos estereotipos no sirven para entender la complejidad de una sociedad, pero sí que pueden ser indicativos de la variedad étnica que convive en una ciudad como Accra. Aunque la lengua franca es el inglés, cada grupo étnico tiene su propia lengua y se junta generalmente con sus similares. No obstante, la convivencia es ejemplar, los ghaneses son conscientes y se sienten orgullosos. “Ghana is a peaceful country, we don’t do tribalism”. Otro elemento de diversidad social desarrollado de forma muy horizontal es la religión. No es extraño ver una iglesia metodista, junto a una católica y junto a una mezquita en una misma calle y celebrando sus ritos simultáneamente. Difícilmente una misma familia aceptará variedad de cultos, pero no es un inconveniente para las relaciones profesionales o de amistad. A pesar de que la identificación con la religión y la fe es de extrema intensidad, la convivencia entre ritos resulta ejemplar.
Inevitablemente este contexto genera unas condiciones excepcionales para el desarrollo del individualismo como forma de convivencia. El alcance de la política es reducido y responde a intereses poco generales y los poderes religiosos o los intereses tribales muchas veces reman en direcciones opuestas. En definitiva, la sociedad no se encuentra cohesionada. Nadie confía en su vecino. Esta sociedad determinadamente individualista escoge como referente el American dream como modelo de desarrollo. Las nuevas clases medias desean tener su vivienda unifamiliar y su vehículo privado en las afueras desde donde hacer commuting diariamente a sus puestos de trabajo. Los nuevos desarrollos promovidos por el sector privado, denominados housing states, son complejos amurallados con concertinas o alambre electrificado y portones de acceso con seguridad privada. Semejantes medidas de seguridad no se producen por altos niveles de inseguridad o delincuencia en el exterior de los recintos. Generalmente se trata de una cuestión de estatus, de diferenciarse del resto.
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En países en pleno crecimiento como Ghana, muchos africanos reniegan de su origen, del cual no se enorgullecen, buscando sus referentes en modos de vida norteamericanos o europeos. Esto se traduce en el tipo de arquitectura que se produce para estos desarrollos. Ya sean promociones unitarias o sucesiones de viviendas con diseños variables el tipo de recursos utilizados son los mismos. Se trata de viviendas aisladas o pareadas con plantas cuadradas o rectangulares de lados similares en tamaño y construidas en uno o dos niveles. Los tejados son como mínimo a cuatro aguas y alcanzan grandes complejidades geométricas, dado que el precio de la mano de obra es reducido en comparación con el coste de los materiales. Se usan tejas de hormigón, chapas lacadas de aluminio o acabados asfálticos como soluciones de cubierta. Los muros se completan con bloques de hormigón reforzando las esquinas con pilares de hormigón armado. Las inmediaciones de Accra no son arcillosas por lo que el ladrillo no es habitualmente utilizado y eso lo hace caro y codiciado. La apariencia exterior es fundamental, por lo que algunos propietarios invierten grandes sumas de dinero en adquirir aplacados cerámicos de imitación de ladrillo. Otros recursos que aumentan el prestigio de las propiedades son las columnatas, frontispicios, arcos de medio punto, almohadillados, balaustradas, capiteles, molduras o rosetones, muchas veces utilizadas de forma innecesaria o en forma de imitación. Resulta llamativo cómo el uso de estos recursos no suele ir unido a una correcta ejecución, por lo que en muchos casos aparecen problemas estructurales como muros involuntariamente curvados o columnas sustentadas sobre lugares poco estables.
Estas edificaciones plantean importantes problemas de confort debido a los sistemas constructivos, tales como la falta de luz natural, el recalentamiento de muros, la falta de ventilación, la presencia de humedades, el mal aislamiento acústico de las cubiertas y una elevada dificultad de mantenimiento. En muchos casos parece que la arquitectura se comporta contra natura, no siendo capaz de responder con soluciones eficaces a los requerimientos exigidos por el entorno desde una perspectiva sostenible económica, social y ecológica. Probablemente es un análisis que puede ser soportado por parte de la arquitectura producida desde el Movimiento Moderno, pero en el caso de muchos ejemplos africanos se hace más patente por tratarse de soluciones trasladadas desde lugares remotos y aplicados sin una necesaria adecuación a las condiciones locales.


